lunes, 12 de septiembre de 2011

La tecnología, el aprendizaje y la enseñanza


   La tecnología está íntimamente relacionada con nuestra curiosidad por comprender el mundo en el que vivimos (y el universo en general), y con nuestra necesidad de subsistir y desarrollarnos como civilización. Podría describirse por ende como el conjunto de herramientas que desarrollamos para investigar, comprender y resolver alguna situación o necesidad, problemática o no, antigua o moderna, general o específica. Al mismo tiempo, dichas herramientas nos permiten identificar nuevos horizontes por explorar y nuevos problemas por resolver, ya sea porque antes no los podíamos ver o porque surgen con el uso de la tecnología misma. Esto nos lleva naturalmente a actualizar, expandir y revisar nuestra concepción y comprensión del mundo, a la vez que se nos plantean necesidades que antes no existían. Y el ciclo se repite una y otra vez.


   Lo interesante de describir la tecnología de esta manera es que nos deja muy cerca del concepto de aprendizaje. Me voy a tomar ahora la pequeña libertad de reemplazar "tecnología" por "aprendizaje", "civilización" por "personas", y "herramientas" por "estrategias". Veamos si tengo éxito:

   El aprendizaje está íntimamente relacionado con nuestra curiosidad por comprender el mundo en el que vivimos (y el universo en general), y con nuestra necesidad de subsistir y desarrollarnos como personas. Podría describirse por ende como el conjunto de estrategias que desarrollamos para investigar, comprender y resolver alguna situación o necesidad, problemática o no, antigua o moderna, general o específica. Al mismo tiempo, dichas estrategias nos permiten identificar nuevos horizontes por explorar y nuevos problemas por resolver, ya sea porque antes no los podíamos ver o porque surgen con el uso del aprendizaje mismo. Esto nos lleva naturalmente a actualizar, expandir y revisar nuestra concepción y comprensión del mundo, a la vez que se nos plantean necesidades que antes no existían. Y el ciclo se repite una y otra vez.

   Mi perspectiva está enmarcada, puede notarse, en una concepción constructivista del aprendizaje, como lo planteado a partir de la segunda mitad del siglo XX por exponentes como Bruner, Piaget y Ausubel. Un individuo construye su comprensión del mundo basándose en un andamiaje creciente de conocimientos y experiencias previas, identificando situaciones y resolviéndolas mediante estrategias cognitivas (simples o complejas) del razonamiento lógico. En un escenario hipotético, las personas podríamos construir desde que nacemos nuestra propia comprensión del entorno a lo largo de la vida a partir de las experiencias más básicas, pero esto resulta imposible de realizar individualmente por múltiples razones. En primer lugar, porque vivimos en sociedad y por ende el aprendizaje tiene una dimensión comunitaria y colaborativa por naturaleza. En segundo lugar, debería pasar una eternidad para que cada uno de nosotros aprendiera todo "solo y desde cero". En vista de ello, necesitamos la ayuda de los demás para aprender, tanto individual como colectivamente.

   Y aquí es donde la enseñanza entra en juego. Si me lo permiten, voy a tomarme una vez más la libertad de alterar nuestro ciclo descripto inicialmente, esta vez poniéndonos en la perspectiva de quien enseña. De forma análoga al caso del aprendizaje, haré algunos reemplazos lingüísticos. Veamos si funciona:

   La enseñanza está íntimamente relacionada con la curiosidad de nuestros alumnos por comprender el mundo en el que vivimos (y el universo en general), y con su necesidad de subsistir y desarrollarse como personas. Podría describirse por ende como el conjunto de estrategias que desarrollamos para ayudar a otros a investigar, comprender y resolver alguna situación o necesidad, problemática o no, antigua o moderna, general o específica. Al mismo tiempo, dichas estrategias nos permiten identificar nuevos horizontes por explorar y nuevos problemas por resolver, ya sea porque antes no los podíamos ver o porque surgen con la práctica de la enseñanza misma. Esto nos lleva naturalmente a actualizar, expandir y revisar nuestra concepción y comprensión de la enseñanza, a la vez que se nos plantean necesidades que antes no existían. Y el ciclo se repite una y otra vez.

   Como una de las formas más maravillosas de comunicación, el arte de enseñar alimenta la dinámica de este ciclo (al cual, desde mi punto de vista, ya le logramos dar una muy bella forma triangular). Como plantea Edith Litwin, "así como frente a las preguntas referidas a qué son las tecnologías, sostenemos su doble carácter de herramienta y de entorno, frente a las cuestiones pragmáticas les reconocemos múltiples funciones [en la enseñanza], tales como motivar, mostrar, reorganizar la información, ilustrar." En otras palabras, el maestro despliega su abanico de estrategias didácticas en el escenario tecnológico de su época, y toma de éste todos aquellos recursos que le son útiles para su noble labor. Y no sólo para transmitir el conocimiento ya generado por la sociedad hasta el momento, sino también lo que creo más importante, despertar el espíritu de interés, creatividad e ingenio para que los mismos alumnos impulsen el movimiento del ciclo tecnológico del desarrollo. Es más, en este proceso el docente también aprende mucho, ya que en el afán de generar en sus estudiantes imágenes potentes para nutrir la comprensión y el espíritu creativo, alimenta también su propia comprensión y creatividad.

   Aun cuando la esencia del ciclo de tecnología, aprendizaje y enseñanza que fuimos triangulando no cambia, su propio movimiento hace que el escenario tecnológico que lo enmarca y retroalimenta sí cambie. Es por ello que constantemente recae sobre el docente la responsabilidad y oportunidad de hacer un buen uso del marco y de las herramientas que éste provee para guiar a sus alumnos en el proceso de aprendizaje. Como docente puedo afirmar que no es tarea fácil, ya que demanda una gran cuota de ingenio, versatilidad y capacidad de adaptación, especialmente hoy en día en que la tecnología avanza exponencial y vertiginosamente.

   Al fin de cuentas, pienso que el centro está en una cuestión fundamental: la propuesta didáctica. Desde la tiza y el pizarrón hasta el puntero láser y las diapositivas, el maestro siempre se halla en busca de un buen uso creativo y equilibrado de todos los recursos que tiene a su alcance.

   En efecto, creo que de todo esto se trata la Tecnología Educativa. En definitiva, creo que se trata del desarrollo de la civilización.

1 comentario:

  1. bien x el seguidor de Chomsky,,,,,està muy lindo el blog, para reflexionar,,,,la tierra sin humanos como el progr de history channel o nosotros expuestos al planeta de los simios si nos quedamos sin la tecnoligía...azul el fonde, es una galaxia o algo de la electricidad???????bsM

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